En el Gran Premio de Miami, mientras algunos espectadores aguardaban la lluvia con la mirada perdida en las nubes, la verdadera acción se desató en el asfalto. Oscar Piastri y Max Verstappen protagonizaron un duelo vibrante, exhibiendo un repertorio de maniobras ofensivas y defensivas que mantuvo al público al borde de sus asientos. Ambos pilotos, entre los más completos de la parrilla, ofrecieron un espectáculo inolvidable.
Lando Norris, sin embargo, no logró unirse a la contienda en los primeros compases, aunque su McLaren le permitió remontar y acompañar a Piastri en un doblete que promete repetirse en la temporada.
George Russell, beneficiado por un coche de seguridad virtual, logró colarse en el podio, relegando a Verstappen a un cuarto puesto que no reflejó su desempeño. Más allá de los resultados, la batalla entre el joven australiano y el campeón neerlandés fue un regalo para los aficionados y los exclusivos asistentes bronceados en las gradas. Con suerte, algunos de ellos captaron la magnitud de lo que ocurría en la pista.
La arrancada fue impecable para Verstappen, que tomó la delantera frente a Norris. Sin embargo, un error en la primera curva le costó el impulso, y Lando, aunque intentó aprovecharlo, no pudo capitalizar. Su ataque por el exterior en la curva 2 lo dejó atrapado en un piano complicado, perdiendo posiciones frente a Andrea Kimi Antonelli, Piastri y Russell. El historial de salidas complicadas de Norris volvió a hacerse presente.
Los comisarios no sancionaron la sólida defensa de Verstappen, quien comenzó a marcar distancia, aunque no por mucho. Piastri, tras deshacerse de Antonelli, se lanzó en persecución del líder. Lo que siguió fue una lucha épica que marcó un hito en la temporada. Durante doce vueltas, el australiano presionó con el DRS, obligando a Verstappen a desplegar todo su arsenal defensivo. En cada zona de frenada, desde la curva 17 hasta la 11, el duelo fue intenso. Finalmente, en la vuelta 14, Piastri aprovechó un leve error de Max en la primera curva para superarlo con maestría. Una vez que el campeón cedió, la carrera tomó un nuevo rumbo.
Norris necesitó más tiempo para superar a Verstappen, y para entonces Piastri ya había construido una ventaja sólida. La victoria parecía asegurada, salvo por un imprevisto que nunca llegó. Tras las primeras paradas en boxes, una avería en el monoplaza de Oliver Bearman desencadenó un coche de seguridad virtual que benefició a quienes aún no habían cambiado gomas. Russell, uno de ellos, superó a Verstappen y aseguró un podio que, de no ser por la estrategia, habría sido más disputado. En paralelo, el Ferrari de Charles Leclerc logró imponerse a Carlos Sainz en un día decepcionante para la escudería italiana. Sainz, combativo en la resalida, adelantó a Leclerc, pero el monegasco recuperó la posición poco después, con Lewis Hamilton aprovechando para colarse también. El noveno puesto final de Sainz no hizo justicia al potencial del Williams, que, pese a los daños aerodinámicos desde el inicio, permitió a Alex Albon superar a un Mercedes y a ambos Ferrari.
El tramo final de la carrera careció de la intensidad inicial. Piastri gestionó su ventaja, Norris redujo distancias sin amenazar, y Russell mantuvo a raya a Verstappen. Ferrari generó algo de controversia con órdenes de equipo que permitieron a Hamilton superar a Leclerc, aunque luego le devolvió la posición tras una advertencia de Sainz. Así, Piastri selló su cuarta victoria en seis carreras, la tercera consecutiva, consolidando el dominio de McLaren. Norris, por su parte, demostró ser un apoyo sólido desde la salida. Verstappen, fiel a su estilo, resistió, pero el impulso de McLaren está desafiando a Red Bull en una lucha cada vez más desigual. En un plano más discreto, los Aston Martin de Fernando Alonso y su compañero cerraron una carrera para el olvido, doblados y en las últimas posiciones, muy lejos del pelotón competitivo.
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